Habitación interior

Desde que la inspiración me abandonó como una amante herida, recorro el mundo en busca de la frase que dé inicio a mi nueva novela. Desde mi puesto de observación, vigilo las calles ajenas confiando en que emerja de ellas la palabra que tire de las siguientes y las dote de sentido. Tras varios días de espera frente a la ventana, me he visto forzado a abandonar la posición. Exijo en recepción que me cambien a una habitación exterior.