Cambio de hábito
Diana se sorprende cuando reserva una habitación individual para una semana. ¿Siete noches? Pregunta. Al menos, le responde él. Acostumbrada a sus estancias de los miércoles por la tarde siempre acompañado, tiene que morderse la lengua para no preguntar por el cambio de hábito. Le encanta el mohín de niña buena con el que le entrega la tarjeta y se promete averiguar que hay de cierto en lo que se cuenta sobre ella.
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