miércoles, 12 de julio de 2017

Inspiración

No le habían dado una habitación exterior. Diana, la recepcionista, había alegado que no tenía ninguna disponible, pero que si alguna se quedaba libre sería el primero en saberlo.
Decidió ahogar su mala suerte en el whisky pues aún no había logrado escribir ni una sola palabra desde su llegada.
El bar estaba abarrotado de gente enmascarada, al parecer se celebraba una fiesta. Desde su taburete contempló la colorida escena. Antifaces escondiendo rostros, disfraces ocultando identidades. Alcohol y risas embriagando el ambiente.
Una mujer ataviada con una capa morada y una máscara negra se le quedó mirando desde el otro lado de la sala. Él la contempló embelesado mientras ella se desvanecía entre la multitud. La buscó con la mirada y ahí estaba de nuevo, envuelta en ese halo de misterio, dibujando una sonrisa traviesa.
Con el guiño de uno de sus verdes ojos desapareció tras la puerta de servicio.
Apurando el whisky, el escritor salió corriendo en pos de su inspiración perdida.

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